Fonte: El País.
Batasuna iba a tratar de reconstruir su estructura interna para adaptarse mejor a la estrategia violenta de ETA, tras la ruptura del alto el fuego el pasado 5 de junio. En esta línea, su objetivo era "la justificación política de la violencia y la colaboración en la generación de un clima de inestabilidad y de coacción, específicamente dirigida hacia los partidos políticos que ETA considera responsables del fracaso de sus pretensiones". Entre estos partidos figuran el PSOE y el PNV (por haber impedido, a juicio de la banda, sus objetivos en el frustrado proceso de final dialogado de la violencia). También del PP, como demuestra el acoso sufrido por la alcaldesa de Lizartza. Así consta en un informe de los servicios policiales que han tenido acceso a la documentación incautada a los miembros de la cúpula de Batasuna detenidos el jueves por la noche en Segura (Guipúzcoa).
Esta línea de actuación de Batasuna para 2008 figura en textos intervenidos por la policía judicial, como Herri Batzarretarako Gidoia (Guía para las Asambleas del pueblo), un manual sobre las iniciativas que deben promoverse desde la "base social" de esta organización ilegal para la nueva fase. La documentación incautada la describe como "fase de enfrentamiento", tras considerar que "el proceso de negociación está acabado y no hay posibilidad de llevarlo a cabo a corto plazo".
Los escritos revelan que, lejos de producirse despegue alguno respecto a ETA o un aumento de la autonomía de Batasuna, lo que se estaba produciendo era la reconstitución de su estructura para servir de plataforma de justificación política de la estrategia terrorista, según fuentes que han tenido acceso a la documentación incautada.
Los papeles ponen plazos a la recuperación del pulso político por parte de Batasuna y marcan los pasos de futuro. La estrategia está ligada a las decisiones de ETA, que en sus últimos pronunciamientos insta a proseguir los ataques. Batasuna, por tanto, estaba diseñando esa labor de acompañamiento y buscando incentivos políticos para recuperar su influencia y sacudir el desánimo y la desmovilización que, según las fuentes consultadas, invade a los radicales.
Los servicios antiterroristas explican que las actividades que estaba desarrollando Batasuna "se enmarcan en el conjunto de acciones desarrolladas por ETA". De hecho, agregan, a cada emplazamiento para aumentar la presión en las calles, como con manifestaciones de apoyo a los presos, seguían actos de violencia, desde ataques de la llamada kale borroka a atentados como el de Durango o el fallido de Logroño.
(…)